Una startup argentina avanza en una nueva terapia para el Parkinson, basada en exosomas. Descubrí cómo ExoMas y el CONICET buscan revolucionar el tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa.
La enfermedad de Parkinson representa uno de los mayores desafíos en salud pública a nivel mundial, afectando a millones de personas y sin una cura efectiva hasta el momento. En este escenario, un grupo de científicos argentinos del CONICET, liderado por la investigadora Claudia Banchio, ha dado un paso importante en la búsqueda de nuevas estrategias terapéuticas, con resultados alentadores en modelos celulares humanos in vitro.
Los hallazgos, recientemente publicados en Scientific Reports, demuestran que los exosomas—pequeñas vesículas liberadas por células madre neurales—podrían mejorar la supervivencia de neuronas afectadas por mecanismos asociados al Parkinson. Esta innovación, desarrollada en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR), es la base de una prometedora terapia para el Parkinson impulsada por la empresa de base tecnológica ExoMas S.A., fundada por el propio equipo investigador.
Una terapia alternativa para la enfermedad de Parkinson
El Parkinson afecta al menos a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años, y se espera que para 2030 esta cifra ascienda a 12 millones. Se trata de una patología neurodegenerativa progresiva causada por la muerte de neuronas productoras de dopamina, un neurotransmisor esencial para el control del movimiento, el aprendizaje y la memoria.
Aunque se desconoce la causa exacta de esta degeneración neuronal, dos factores parecen estar involucrados: el estrés oxidativo y la acumulación anormal de la proteína alfa-sinucleína. En el estudio, los investigadores replicaron estos mecanismos en modelos celulares humanos y evaluaron el efecto de los exosomas sobre la viabilidad neuronal, obteniendo resultados que abren nuevas posibilidades terapéuticas.
Exosomas: mensajeros biológicos con capacidad terapéutica
Al aplicar los exosomas sobre las neuronas enfermas, el equipo observó dos efectos notables: por un lado, aumentó su sobrevida, y por otro, disminuyeron los daños provocados por el estrés oxidativo, incluso en presencia de alfa-sinucleína. Además, cuando las células fueron pretratadas con exosomas, demostraron mayor resistencia frente a agentes dañinos, lo que sugiere un potencial tanto terapéutico como preventivo.
Este enfoque plantea una nueva forma de terapia para el Parkinson, al aprovechar mecanismos naturales de comunicación celular. En palabras de Banchio, “las neuronas, aunque están enfermas, sobreviven más al ser expuestas a los exosomas”. La posibilidad de revertir o prevenir el daño neuronal posiciona a los exosomas como una tecnología disruptiva en el campo de las enfermedades neurodegenerativas.
Cómo la ciencia argentina desarrolló una nueva terapia para el Parkinson
ExoMas S.A. surge como una startup biotecnológica que busca convertir estos descubrimientos en tratamientos concretos. Fundada en 2023 con apoyo del fondo SF500, la empresa ya trabaja en pruebas preclínicas en modelos animales y busca nuevas inversiones para escalar su desarrollo. Sus exosomas, derivados de células madre neurales, parecen tener ventajas biológicas frente a otros orígenes utilizados por empresas en Estados Unidos, Inglaterra e Israel.
Según Banchio, el siguiente paso es obtener exosomas a partir de una línea de células madre humanas aprobada por la FDA. Esto no solo permitiría avanzar más rápidamente en los ensayos regulatorios, sino también acercar el desarrollo hacia estudios clínicos en humanos. Con el financiamiento adecuado, el equipo estima que en cinco a siete años podrían presentar una alternativa terapéutica innovadora basada en exosomas.
Un universo por descubrir dentro de una partícula microscópica
El contenido de los exosomas varía según su origen celular, y descifrarlo es clave para entender su impacto terapéutico. “Sabemos que transportan proteínas, lípidos y material genético, pero su perfil exacto depende del estado de la célula que los produce”, explica Mercyleidi Díaz Reyes, primera autora del estudio y becaria del CONICET. El equipo identificó proteínas antioxidantes como la catalasa en los exosomas utilizados, lo que explicaría parte de su efecto protector.
Este hallazgo no solo diferencia a los exosomas desarrollados por ExoMas del resto, sino que también abre nuevas líneas de investigación para optimizar su uso terapéutico. La capacidad de modular el contenido de los exosomas, o incluso diseñarlos con un perfil molecular específico, podría convertirlos en herramientas de precisión para tratar el Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.
La importancia de la inversión en ciencia y tecnología
El caso de ExoMas demuestra cómo la articulación entre ciencia básica, transferencia tecnológica y financiamiento puede acelerar el desarrollo de soluciones médicas innovadoras. El conocimiento generado en el laboratorio de Banchio alimenta directamente a la startup, y viceversa: los recursos que se obtienen permiten llevar a cabo investigaciones con mayor rapidez y profundidad.
La apuesta por una terapia basada en exosomas también posiciona a la ciencia argentina en un terreno de alta competitividad global. “Queremos que ExoMas sea una referencia en terapias biológicas de vanguardia”, afirma Banchio. Invertir en este tipo de desarrollos no solo significa mejorar la calidad de vida de millones de personas, sino también fortalecer un ecosistema científico-empresarial con proyección internacional.
Bibliografía:
Díaz Reyes, M., Gatti, S., Delgado Ocaña, S. et al. (2025). Neuroprotective effect of NSCs-derived extracellular vesicles in Parkinson’s disease models. Scientific Reports, 15, 6092. https://doi.org/10.1038/s41598-025-87238-7