¿Los ensayos clínicos solo se hacen en Latinoamérica por ser más baratos? Conoce por qué nuestra región es clave en investigación médica y qué garantías existen para los pacientes.
Durante años circularon mitos sobre los ensayos clínicos en Latinoamérica. Uno de los más frecuentes afirma que las farmacéuticas prueban tratamientos en nuestra región únicamente porque es más barato o porque hay menos controles. Esta creencia no solo es incorrecta, sino que desconoce el avance científico, ético y regulatorio que ha tenido América Latina en las últimas décadas.
Hoy, Latinoamérica es un actor clave en la investigación médica global. Contribuye con datos valiosos sobre poblaciones diversas, cuenta con profesionales altamente capacitados y cumple con estándares internacionales de calidad. Lejos de ser una zona de “experimentación”, es una región donde ciencia, regulación y ética van de la mano.
¿Por qué se hacen ensayos clínicos en Latinoamérica?
La razón principal es científica: los tratamientos deben probarse en poblaciones diversas para entender cómo actúan en distintos grupos genéticos, estilos de vida y condiciones sociales. Latinoamérica ofrece justamente esa diversidad, aportando información que no puede obtenerse solo en países de Europa o Norteamérica.
Además, muchos países de la región tienen sistemas de salud robustos, hospitales universitarios y redes de investigación con experiencia. Esto permite reclutar pacientes en menor tiempo, realizar seguimiento riguroso y cumplir con los protocolos exigidos por las agencias regulatorias más estrictas del mundo.
¿Se hacen ensayos clínicos en otros países también?
Sí, y muchos. Estados Unidos, Alemania, Japón, Canadá y Francia son algunos de los países con mayor cantidad de ensayos clínicos activos. De hecho, los estudios multicéntricos —aquellos que se hacen en simultáneo en distintas partes del mundo— son la norma en la investigación actual.
Latinoamérica participa como una región más en estos ensayos globales, no como reemplazo. Esto significa que un mismo medicamento puede probarse en Argentina, Brasil, Estados Unidos y España al mismo tiempo, bajo los mismos estándares y con controles internacionales.
Regulación y ética: ¿estamos protegidos?
Sí. En países como Argentina, México, Colombia, Chile y Brasil, los ensayos clínicos deben ser aprobados por agencias regulatorias nacionales como ANMAT o ANVISA, además de pasar por Comités de Ética Independientes. Estos organismos evalúan cada protocolo para garantizar la seguridad y los derechos de los pacientes.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), en Argentina, fue pionera en la región. Creada en 1992, incluso antes que agencias similares en algunos países de Europa como Francia, sentó un precedente que luego fue adoptado por Brasil, con la creación de ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), y por Colombia, con el INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos).
Además, la mayoría de los estudios que se realizan en Latinoamérica están registrados en bases de datos internacionales, como ClinicalTrials.gov, y siguen principios éticos establecidos por la Declaración de Helsinki. Esto incluye el consentimiento informado, la confidencialidad y el derecho a abandonar el estudio en cualquier momento.
Desmitificando: no es cuestión de “ahorro”
Si bien algunos costos pueden ser más bajos en ciertos países por razones económicas, esta no es la principal motivación para realizar un ensayo clínico en Latinoamérica. Los estudios requieren inversión, equipamiento, formación del personal y monitoreo continuo, sin importar la ubicación.
Lo que realmente buscan los investigadores es calidad y resultados confiables. Por eso eligen regiones con buenos niveles de reclutamiento, baja tasa de abandono y rigurosidad médica, como sucede en muchos centros de Latinoamérica. Lejos de ser una elección por “comodidad”, es una decisión estratégica basada en ciencia y eficiencia.
Conclusión: Latinoamérica, protagonista en la ciencia global
Los ensayos clínicos en Latinoamérica no son una anomalía ni una práctica de segunda categoría. Son parte de una red global de investigación que busca avanzar en tratamientos seguros, eficaces y accesibles. Participar de estos estudios es una oportunidad para pacientes y una muestra del potencial científico de la región.
Informarnos, desmitificar y exigir buenas prácticas es el mejor camino para fortalecer esta participación, con transparencia, ética y compromiso con la salud pública.
Fuentes
- ClinicalTrials.gov – U.S. National Library of Medicine
- ANMAT – Argentina (www.argentina.gob.ar/anmat)
- ANVISA – Brasil (www.gov.br/anvisa)
- Organización Panamericana de la Salud (OPS)
- Declaración de Helsinki – Asociación Médica Mundial
- EMA – European Medicines Agency